El corto, de 5 minutos, se desarrolla en el interior de un smartphone, tras la pantalla del cual una gran multitud de emoticonos, entre los cuales el protagonista - un emoticono llamado 'Adiós' - se hallan reunidos en espera de ser llamados a hacer su aparición en la sesión de chat que un chaval está manteniendo al otro lado del aparato. Cuando finalmente el chaval elige al emoticono 'Adiós', éste se embarcará en un viaje mágico con consecuencias sorprendentes para todos.
Light Chaser estuvo desarrollando el corto durante cinco meses, durante los cuales exploró las técnicas más adecuadas para contar su historia con realidad virtual, desde el estudio de los movimientos naturales de la luz, hasta modos de controlar indirectamente al espectador mediante las reacciones de los actores (puesto que aquél cuenta con la posibilidad de mirar en todas direcciones), así como la creación de un escenario donde el espectador se pudiera sentir cómodo como uno más del público entre los emoticonos o la creación de una herramienta de renderizado estereoscópico de 360º. En comparación con el largometraje "Little Door Gods", el nuevo corto de Light Chaser Animation supuso la generación de una cantidad de datos vinculados a la animación 5 veces superior, 12 veces más de tiempo de render de los efectos visuales, y hasta 877 veces más de media por minuto en iluminado y composición.
El corto está disponible para ser visto en plataformas de realidad virtual como MilkVR (Oculus) y Youtube (a través de las Google Cardboard). Aunque se ha hecho público a finales del pasado mes, se hizo a finales de diciembre un pre-estreno exclusivo con invitación para algunos afortunados espectadores. Podéis haceros una idea del resultado a continuación:
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