La película se describe como una historia fantástica que se desarrolla en torno a Mitsuha y Taki, dos personajes que al principio no se conocen: la primera es una estudiante de instituto que vive en un pueblo rural en las montañas, con su hermana menor y su abuela, y un padre aspirante a alcalde que no se deja ver mucho; y Taki es un estudiante que vive en el centro de Toquio, donde estudia y trabaja a tiempo parcial en un restaurante. Un día, Mitsuha tiene un sueño en el que ocupa el cuerpo de Taki, y Taki también tiene un sueño parecido en el que él es la estudiante Mitsuha; a partir de entonces, los intercambios se repetirán y cada uno vivirá e interferirá hasta cierto punto en la vida del otro, por lo que llegarán a dejarse mensajes en el móbil para avisarse de lo que han hecho o ponerse ciertos límites de lo que cada uno puede hacer con el cuerpo del otro, lo que les llevará a establecer lazos entre sí y con las familias o amigos respectivos... hasta que un día los sueños dejan de repetirse, y Taki emprenderá una búsqueda para entender qué ha pasado y cuál es el secreto de sus sueños.
Durante la primera parte la película es especialmente cómica, llegando a recordar situaciones de "Este Cuerpo no es el Mío" (2002) de Tom Brady y Rob Schneider, al mostrar las implicaciones de encontrarse un chico ocupando el cuerpo de una chica y viceversa, y en el punto en que las vidas de los protagonistas dejan de repente de intercambiarse, el relato define su propia originalidad y va ganando en emotividad y dramatismo, atrapando definitivamente al espectador en una espiral de paradojas temporales en cuya resolución hay mucho en juego.
Makoto Shinkai traza así una historia que con gran delicadeza pone de manifiesto que las vidas de todos nosotros forman hilos que se cruzan, se separan o se unen, formando un tejido en el que determinadas personas pueden dejar una huella imborrable, capaz incluso de transformarnos, y que tan solo el paso del tiempo puede difuminar. Hasta tal punto el director plantea una historia con la que nos podemos identificar que es un hecho que todos hemos pensado alguna vez en aquella persona que conocimos sólo fugazmente pero que querríamos volver a ver, o aquellas otras con quienes tanto hemos compartido y ya no están.. Si pudiéramos tirar de esos hilos para reencontrar a esa persona que nos marcó o incluso cambiar ciertas cosas.. ¿no lo haríamos?
El realizador muestra un dominio genial de la narración, capaz de mantener al espectador entretenido y en vilo durante todo el metraje, acompasado con dosis muy bien administradas de emotividad y buen humor, y sorprendiendo a cada instante con nuevos giros y acontecimientos que son revelados en el momento más adecuado, lo que acaba construyendo una historia sorprendente que no decae en ningún momento y que demuestra un acierto indiscutible en el montaje y la planificación de las secuencias.
Pero además, Shinkai sabe también desplegar una grandeza brutal en animación tradicional (si bien hoy en día es digital): no es sólo que todo esté animado - sea las hojas de los árboles, las luces de la ciudad, las nubes del cielo... o cualquier personaje situado en primer, segundo o tercer plano - sino que está tan bien animado que uno puede respirar la vida dentro de la película. Por otra parte, el director es capaz de planificar la acción sobre escenas de una belleza visual incontestable, y haciendo suyos el misticismo y la comunión con la naturaleza y las tradiciones japonesas que generalmente se han apreciado en el cine de Hayao Miyazaki, Makoto Shinkai podría hacernos olvidar que los fundadores de Ghibli han dejado temporalmente de hacer largometrajes.
Shinkai firma también el guión de la película, cuya animación ha sido dirigida por Masashi Ando (El Viaje de Chihiro, El Recuerdo de Marnie, Paprika) y que cuenta con los personajes diseñados por Masayoshi Tanaka (anohana, The Anthem of the Heart, Toradora!).
bien
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