martes, 20 de diciembre de 2016

¡Canta!

Illumination Entertainment, los estudios cuyas riendas gobierna eficientemente su fundador Chris Meledandri, ha demostrado en repetidas ocasiones que es capaz de producir superéxitos de taquilla en base a una fórmula que combina el buen humor, personajes con gancho, animación de calidad y unos costes de producción estrictamente controlados. Prueba de ello lo son la franquicia de "Gru, Mi Villano Favorito", "Los Minions" y, desde luego, la presente "¡Canta!", una destacable película - escrita y dirigida por Garth Jennings (que se estrena con una de animación) y codirigida por Christophe Lourdelet - con la que Illumination se estrena en el género del musical y que seducirá a los espectadores con su vibrante ritmo, la emotividad de sus historias, su hilarante sentido cómico y la positividad de su mensaje ilusionante.


La película transcurre en un mundo como el nuestro, pero poblado únicamente por animales, donde Buster Moon es un elegante koala que dirige un teatro que ha conocido tiempos mejores y que está bajo la amenaza de caer bajo el peso de sus deudas. Buster es un optimista nato, ama su teatro con pasión y es capaz de cualquier cosa para salvarlo, así que decide organizar el concurso de canto más grande del mundo. Después de pasar varias etapas, quedan cinco finalistas: el dúo cochino formado por el desenvuelto Gunter y Rosita, exhausta y sobrecargada madre de 25 cerditos; Ash, una puercoespín punk-rock; el ratón Mike; Johnny, un joven gorila que intenta cortar con su familia de delincuentes; y la elefanta Meena. Todos los concursantes llegarán al teatro de Buster convencidos de que es su oportunidad para cambiar radicalmente de vida.
Illumination se introduce así en el género musical (ni más ni menos que con 85 temas que se mueven entre Frank Sinatra y el pop más actual) con una mirada a la tendencia de los reality shows en torno al mundo del espectáculo que quiere ir más allá. Ciertamente, una inmensa mayoría de televidentes nos hemos visto siguiendo concursos de este tipo - como "Operación Triunfo", "Mira Quién Baila" o "La Voz" - llevados por una invencible predisposición al cotilleo y por la empatía que como seres sociales inevitablemente generamos hacia personajes que luchan por superarse y que se nos muestran en situaciones reales, interactuando con un elenco que poco a poco irá dando a conocer su historia personal y sus aspiraciones. Son, en efecto, las historias personales de los protagonistas las que aportan contenido y credibilidad a la nueva película de Illumination, que ha sabido entretejer sin desajustes cada una de esas microhistorias con la trama principal, elaborándolas a partir de un atractivo y acertado diseño del tipo de personajes que nos podríamos encontrar en un reality show del género mencionado: Johnny pertenece a una familia de gorilas habituada a usar su fuerza para cometer atracos, y su padre espera de él que sepa estar a la altura de sus expectativas ayudándoles en sus golpes, sin imaginarse que su hijo pueda ser alguien con una magnífica voz y una delicada sensibilidad musical; Rosita se ha pasado los últimos años cuidando de su cuantiosa prole de 25 cerditos, casi sin tiempo que compartir con un marido que se pasa el día trabajando, lo que le ha permitido azuzar su ingenio y su determinación pero ha minado su chispa;  Mike es un auténtico crooner amante de los clásicos que como ratón no lo ha tenido fácil y se ha pasado la vida debiendo desarrollar la astucia y la picardía para que no le hagan sombra los animales más grandes, lo que le ha llevado a desplegar una autoestima exagerada y a ganarse no pocos enemigos; Ash ha vivido a la sombra de su novio y del supuesto talento musical de éste sin darse cuenta de que el verdadero valor está en su propia voz, y cuando aquel la deja deberá aprender a dejar de ocultarse tras su rabia y sus espinas; y Meena es una tímida elefanta adolescente con un caso grave de miedo escénico que la empuja a empequeñecer a la hora de enfrentarse a un público pese a la grandiosidad de su voz. Liderándolos a todos, Buster Moon es un koala con muy poca suerte pero con mucha positividad y empuje que se deja caer y con el que es imposible no empatizar, capaz de contagiar con su ilusión y buen carácter no sólo a los concursantes sino a todos los espectadores del cine.



Con todo este conjunto, la película funciona como una máquina de entretenimiento bien engrasada con un vibrante ritmo que no decae en ningún momento, a lomos de unos tempos muy bien medidos en los que se equilibran perfectamente el sentido del humor - un aspecto en el que reinan con brillo propio Gunter superstar y la señorita Crawley, la asistente de Buster Moon - y una emotividad envuelta en ilusión y buen rollo, aunque queda sacrificada la profundidad del mensaje.
Visualmente "¡Canta!" presenta también un desarrollo muy atractivo, tanto en lo que respecta a los diseños de los animales - que plantearon un verdadero reto a la hora de situar en el mismo plano a personajes con tamaños tan diferentes - como en su puesta en escena, que alcanza momentos memorables como el del espectáculo con los calamares luminiscentes y el desastre subsiguiente, o como los largos planos secuencia con los que el realizador quiso emular al cine de imagen real, especialmente el de la fuga de la cárcel. Por otra parte merece la pena destacar el buen acierto de optar en las escenas con público por unos encuadres que logran hacer que el espectador del cine conecte y se sienta partícipe del concurso al quedar integrado en una suerte de prolongación del público presente en la película, de modo que uno casi siente como si estuviera formando parte de ella. Sin embargo, "¡Canta!" se verá inevitablemente comparada con otra película de este año protagonizada por animales como es "Zootrópolis" de Disney, que supo diseñar a la perfección una ciudad de animales hecha a la medida y para la comodidad de los animales que la habitaban, mientras que los escenarios de "¡Canta!" son los de una ciudad humana.
Los largos planos secuencia a los que se hacía referencia anteriormente, subrayan por otra parte la buena ejecución en conjunto de la animación desarrollada para la película, en la que se aprecia un evidente esmero a la hora de representar las coreografías de los personajes. Ahora bien, de nuevo es "Zootrópolis" de Disney la que sale ganando claramente en la animación de un mundo habitado exclusivamente por animales al haber sabido reproducir de forma más imaginativa el modo en que cada especie se movería o actuaría siendo antropomórfica, mientras que en la película de Illumination los personajes se mueven de hecho como humanos.

Lo mejor: el ritmo vibrante y muy cómico de las varias historias que se entretejen sin descosidos con la trama principal
En contra: la actuación de los animales no luce tanto como en "Zootrópolis" y nada justifica en el fondo que no pudiera estar protagonizada por humanos logrando un resultado muy similar.

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