En 1988 el prolífico autor Alan Moore y el dibujante Brian Bolland verían publicada una de las historias más oscuras e influyentes que se han leído en torno al Hombre Murciélago, una donde se ahondaba en los orígenes de El Joker y donde el héroe enmascarado y su némesis se verían puestos en pie de igualdad como dos caras de una misma moneda al ponerse en cuestión la lógica de sus decisiones a partir de las pruebas a las que el villano somete al comisario Gordon, durante de las cuales su vida y sobre todo la de su hija Barbara se verían violentamente trastocadas. La novela gráfica se ganó una notable multitud de fans que recibieron con alegría la noticia lanzada en la San Diego Comic Con de 2015 de que el cómic iba a tener una adaptación en una película de animación de Warner Bros. Estrenada en EE.UU. el 26 de julio en digital y en salas de cine durante algunos días y posteriormente en DVD y Blu-Ray, y en España el 10 de agosto en DVD y Blu-Ray, la película ha dejado, sin embargo, sensaciones contrapuestas: mientras por un lado respeta la historia original de forma fiel, por otro no logra igualar el tono oscuro de la misma y además se complementa con una historia de Batgirl que no convence en absoluto.
Dirigida por Sam Liu (
Batman: Año Uno,
La Liga de la Justicia: Dioses y monstruos) a partir de un guión del autor de cómics Brian Azzarello (
100 Balas,
Ciudad Rota,
Lex Luthor: Hombre de Acero...), la película cuenta con Bruce Timm (creador de
Batman: The Animated Series) en la producción ejecutiva y las voces en la versión original de Mark Hamill (
La Guerra de las Galaxias) como El Joker, Kevin Conroy como Batman y Tara Strong como Batgirl.
Su sinopsis es como sigue: Batman decide poner punto y final a sus problemas con el Joker, por eso opta por acercarse al manicomio de Arkham para hablar con él sobre su futuro y llegar a alguna clase de acuerdo que evite que alguno termine matando al otro. Pero, una vez en el lugar, el Caballero Oscuro descubre que su némesis se ha fugado. Así empieza una complicada carrera contrarreloj en la que el superhéroe tendrá que hallar al villano antes de que cause más daños. Por su parte, el Joker solo quiere demostrar que todo el mundo está a un mal día de hacer locuras.
Lo anterior conforma efectivamente el arco de la historia contada en la novela gráfica de Moore y Bolland. Sin embargo, el equipo de la película decidió completar el metraje con una historia a modo de prólogo sobre Batgirl que se extiende durante casi 30 minutos de los 76 que dura la película y cuyo efecto lamentablemente no es más que distraer del verdadero nudo argumental de la historia sin aportar nada realmente de valor. En efecto, durante el interminable prólogo veremos a Batgirl protagonizando una aventura junto a Batman a la caza de una banda de ladrones liderados por un tal Paris Franz (un villano creado expresamente para la película), a lo largo de la cual se pondrá en cuestión el futuro de la protagonista como vigilante. Pareciera como si el equipo de guionistas hubiera querido aportar su original granito de arena a una historia que ya venía magistralmente trazada de antemano por los responsables del cómic; la explicación que se daba era que el prólogo iría bien para presentar el personaje de Batgirl a quienes no lo conocieran, mientras se añadía material extra para dar extensión suficiente a la película. Pienso que se habría podido acertar mejor con un prólogo tipo flash-back en que fuera El Joker uno de los implicados, quizás incluso enfrentado al comisario Gordon en alguna situación o al dúo Batgirl-Batman. El error está en que Batgirl no es ni mucho menos la protagonista del "Batman: La Broma Asesina" de Alan Moore: de hecho, Barbara Gordon ya había dejado de ser Batgirl cuando suceden los hechos narrados en la novela gráfica, y además su victimización en la historia no es más que un instrumento para llevar a la locura a uno de los verdaderos protagonistas, que es su padre, el comisario Gordon. Si bien el prólogo dedicado a Batgirl en la película acaba con el abandono de la capa por parte de Barbara Gordon, la historia narrada no tiene más efecto que el de distraer sin aportar nada significativo a la trama principal, con cuyo nudo gordiano (el breve paso que separa la locura de la razón) se podía haber intentado establecer alguna conexión. De paso, el prólogo se desarrolla poniendo en escena algunos hechos controvertidos, entre los cuales principalmente una relación sexual con Batman que en los cómics nunca existió y que sería cuestionable en la relación de casi padre-hija existente entre el dúo, pero también el hecho de que Batgirl siga apareciendo a esas alturas como una aprendiz, y que en todo caso pasarán como anécdota frente a la futilidad general de la historia introductoria.
Pasada media hora la película entra por fin en materia y es entonces cuando satisface en cierta medida su respeto fiel a la obra de Alan Moore, hasta el punto de que se repiten literalmente frases del cómic y visualmente se reproducen algunas de sus viñetas, al tiempo que se introducen escenas nuevas (notablemente con los monstruosos personajes de circo) que complementan verdaderamente la historia y contribuyen a la duración del metraje. Es en este tramo cuando se conoce uno de los posibles orígenes de El Joker, determinantes para su demente estado, y se plantea la cuestión de la breve línea que separa a un hombre cuerdo de un loco: mientras Batman busca un resquicio de cordura en El Joker, éste ya considera a Batman un loco como él y busca su comprensión tratando de demostrarle lo fácil que es caer en la locura ejerciendo una brutal tortura sobre el comisario Gordon, su hija mediante.
La adaptación de los orígenes del Joker es en todo caso la que sale mejor parada en la traslación a la pantalla. A pesar de haber sido la primera película con clasificación "R" de la división de animación de Warner, en lo que pretendía ser una decisión "para permanecer fiel a la marca DC Comics de violentas novelas gráficas e historias controvertidas", la película no llega a superar ni a igualar el nivel de oscuridad y angustia logrado por el dúo Alan Moore-Brian Bolland en el cómic: la humillación a la que es sometida Barbara Gordon, la violencia psíquica y la sensación de eternidad de la tortura a la que es sometido el comisario y la malvada locura de El Joker no se ha querido o no han sabido expresarse con toda la fuerza del cómic. Quizás a ello haya contribuido también el diseño de los personajes, más plano, más próximo a los diseños amables que Bruce Timm hiciera para su serie de Batman, y más alejado por tanto de los expresivos dibujos de Brian Bolland.
La animación se encargó al japonés Answer Studio, un estudio indie surgido del cierre de la división en Japón de Walt Disney Animation en 2003, cuando el director general Motoyoshi Tokunaga decidió que debía aprovecharse todo el potencial de talento que participó en películas como "101 Dálmatas 2", "La Película de Tigger" o "La Gran Película de Piglet", y que desde entonces ha participado en producciones de Disneytoon Studios, Ghibli, Warner Bros. y otras, aparte de realizar producciones propias (
Flag,
Tranformers: Animated,
Golgo 13..). Desarrollada en 2D principalmente, con algunos elementos de los backgrounds en 3D, en general se resuelve bastante satisfactoriamente, procurando buenas secuencias de acción allí donde se necesitan y tratando de emular al cómic salvando las limitaciones presupuestarias que inevitablemente afectan a la animación de los personajes de relleno.
En conjunto pues, la adaptación de "Batman: La Broma Asesina" por parte de Warner Bros. se alza como una nueva oportunidad perdida para contentar a los fans de DC, aunque hay que reconocerle el valor de haber intentado llevar a la pantalla una historia arriesgada y haberlo logrado fielmente en lo que se refiere al núcleo de la trama.
Lo mejor: la adaptación de los orígenes del Joker, tanto a nivel de interpretación como de atmósfera.
Lo peor: el innecesario y distrayente prólogo dedicado a Batgirl.