lunes, 23 de abril de 2018

El Príncipe Encantador

En 2001 "Shrek" sorprendía a los espectadores e iniciaba una de las franquicias más jugosas de Dreamworks: la reinvención de los cuentos clásicos, el cuestionamiento de los roles tradicionales, una música moderna y con punch, y sobre todo su carácter irreverente, hicieron de esta película protagonizada por un ogro verde y un asno parlanchín un éxito de pantalla que fue posteriormente exprimido hasta la extenuación mediante la producción de tres secuelas, y aún hoy parece estar lejos de ver más entregas. Uno de los productores de aquel hit fue John H. Williams, que hace unos pocos años fundó la compañía 3QU, cuya primera película de animación es esta simpática aventura basada en la revisión del príncipe azul que suele cerrar todos los cuentos clásicos. El largometraje sigue la misma filosofía que la franquicia del ogro verde, mezclando y reimaginando personajes de varios cuentos clásicos y acompañándolo con música interpretada por artistas pop contemporáneos, pero sin aportar nada novedoso a una fórmula que ya de por sí está bastante agotada.


El protagonista de esta película es un príncipe heredero que de pequeño fue la peculiar víctima de una malvada bruja que, despechada por los celos, odiaba el amor verdadero y regaló al pequeño príncipe un extraño don: ser absolutamente encantador, de modo que ni una sola mujer sería capaz de no caer rendidamente enamorada al instante de conocerlo. Aquel regalo encerraba, además, una maldición: si antes de cumplir 21 años, el príncipe encantador no era capaz de sentir amor verdadero, un terrible maleficio recaería eternamente sobre él y sobre todos los habitantes del reino, que nunca jamás podrían volver a amar. Así que el príncipe no puede evitar ser irresistible para todas las mujeres, que lo adoran y no dudarían en casarse con él, ni ser una incómoda amenaza para todos los hombres del reino, que no lo soportan. A pocos días de su 21 cumpleaños, las cosas se complican para él cuando se descubre que está comprometido con tres de las más populares y bellas princesas conocidas: Blancanieves, la Bella Durmiente y Cenicienta, que, por supuesto, están superofendidas y le exigen indignadas que se decida por una. Superado por la situación, el príncipe hace caso a su padre, y emprende el viaje de valor y coraje que debe realizar para llegar a ser un digno heredero, capaz de elegir esposa. En ese viaje, lleno de pruebas y peligros, le acompañará Lenny, un misterioso escudero que es en realidad Lenore, una indómita ladrona buscada por la justicia, a quien por alguna oculta razón no afecta el hechizo, pero que acepta la misión porque puede ayudarle a ganar mucho dinero, que es la única cosa que realmente le interesa.



"El Príncipe Encantador" tiene básicamente un problema de credibilidad que lastra buena parte del guión y echa por los suelos su mensaje pretendidamente contestatario. Entre otros despropósitos, cuesta tomarse en serio un supuesto cambio de sexo donde a Lenore le basta ponerse un bigote para ser Lenny, mientras sus evidentes pechos y sus formas redondeadas sobresalen sin disimulo; del mismo modo que cuesta ver justificado que sea inmune al encantamiento que afecta a cualquier mujer que mire a los ojos al príncipe cuando no hay explicación alguna del porqué y absolutamente ninguna otra mujer se escapa de aquél; y así cada nuevo paso dado porque sí va acreciendo una impresión que como mínimo provocará que el espectador arquee una ceja, con mayor insistencia a medida que se acerca el previsible final. En cualquier caso no faltan en la  película, una vez uno asume su superficialidad, elementos humorísticos y simpáticas situaciones capaces de suscitar media sonrisa, como el hecho de que la Bella Durmiente, Cenicienta y Blancanieves aparezcan como princesas adolescentes traumatizadas por sus propias experiencias, o la aventura con las gigantas caníbales y su oráculo de un solo ojo, todo ello muy en la línea de "Shrek", aunque sin aportar nada nuevo ni lograr estar a la altura de los mejores tiempos de aquella saga.
Visualmente son evidentes también las diferencias respecto a la franquicia en la que se inspira "El Príncipe Encantador", y las limitaciones de su presupuesto de 20 millones de dólares  - frente a los 60 de "Shrek" en 2001 - se notan en los acabados y texturas de los fondos y de los personajes. Al menos la animación, de la que se ha encargado principalmente Cinesite, está suficientemente lograda y contribuye a mantener un nivel aceptable a una película que flojea en otros aspectos.

A favor: la presentación de la Bella Durmiente, Cenicienta y Blancanieves como jóvenes neuróticas.
En contra: la superficialidad y escasa credibilidad del guión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario