La última película del siempre genial Masaaki Yuasa retoma el universo narrativo de "Mind Game" y la serie "Tatami Galaxy" en una desatada y alocada historia de cariz romántico que transcurre a lo largo de una noche regada de alcohol y repleta de sensaciones oníricas y encuentros con excéntricos seres humanos y fantásticos en un sorprendente Kyoto. A lo largo de sus calles, pubs, festivales y ferias de libros de segunda mano experimentaremos las andanzas de una joven conocida sólo como La Chica de Cabellos Negros de la que está totalmente enamorado un universitario, Sempai, dispuesto a hacer todo lo que haga falta para conquistar su corazón. Los caminos de ambos se entrecruzan varias veces en esta atípica comedia musical que avanza a ritmo frenético con el concurso de múltiples escenarios y personajes cuyas vivencias y conversaciones contribuyen a celebrar las distintas formas y caminos que el amor y la vida pueden tomar.
La película empieza en el banquete de celebración de una boda en el que coinciden la atractiva Chica de Cabellos Negros y el flechado Sempai, dispuesto a aprovechar la ocasión para darle a conocer sus sentimientos, pero antes de que pueda hacerlo los caminos de ambos se separan cuando la celebración termina y los invitados salen a las calles para prolongar la fiesta. Con la despreocupación y el arrojo propios de su juventud, la Chica de Cabellos Negros vivirá decididamente, como si la noche no tuviera fin, cada una de las experiencias que le ofrece cada parada en la ciudad, conociendo a multitud de singulares personajes (algunos de los cuales serán muy reconocibles para los seguidores de "Tatami Galaxy") y participando en bailes, competiciones de beber alcohol, o actuando sin pensarlo dos veces en una obra de teatro de guerrilla. El tímido Sempai irá siempre tras sus talones tratando de forzar situaciones en que coincidan o en busca de un objeto que le hará ganar su corazón, y coincidiendo igualmente con todo tipo de personajes extraños hasta que inevitablemente los caminos de ambos protagonistas se unirán.
Como en cualquier noche alocada de juventud y como si el guión estuviera escribiéndose sobre la marcha, "Night is Short, Walk on Girl" se desarrolla como una película en la que puede ocurrir de todo, mientras seguimos a la Chica de Cabellos Negros en un viaje que parece una versión adulta y bizarra de las ensoñaciones de Nemo in Slumberland o los viajes de El Principito de astro en astro. Pero de modo semejante, bajo las surrealistas aventuras que aguardan en cada calle y tras cada interminable conversación, subyace un profundo significado existencialista que evoca sensaciones sobre la alegría de la juventud, el paso del tiempo, el amor y las coincidencias de la vida.
El truco de magia cobra aún mayor esplendor gracias al aplastante tratamiento gráfico de la película, convertida en manos del equipo de Science SARU y bajo la batuta de su director, en un festín visual donde la paleta de colores, el diseño de los planos y las creativas transiciones entre los mismos exigen no perderse detalle, haciendo una vez más gala del carácter único del arte y animación de Masaaki Yuasa, que se encuentra totalmente desatado.
Lo mejor: dejarse arrastrar por la borrachera visual y argumental del largometraje con la alegría de quien sale a festejar una noche esperando cualquier cosa
En contra: en ocasiones los densos diálogos dificultan el no perder detalle de todo lo que ofrece la animación de la película.
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