En varias ocasiones hemos podido comentar el marcado auge que está experimentando el cine de animación de producción china, fuertemente potenciado por las subvenciones estatales, que han convertido al país en uno de los mayores productores de animación del mundo, y en busca de proyección internacional, contando para ello con talento occidental en algunos casos. Por ello es significativo que Paycom Multimedia haya estrenado en nuestro país una producción animada china, aunque esta sea del año 2014, que pone de relieve el buen nivel de desarrollo alcanzado por los estudios orientales.
"El Pincel Mágico" es una adaptación de un célebre cuento de Hong Xuntao y se desarrolla en el pequeño pueblo de Baihua, donde vive Ma Liang, un niño al que le gusta pintar por encima de todas las cosas y que un día, recibe un pincel que tiene poderes mágicos, mediante el que puede transformar todo lo que pinta en realidad. Con este pincel mágico en sus manos, Ma empieza a ayudar a todos los habitantes de su pueblo, a quienes el general del emperador quiere echar de la zona para hacerse con unas supuestas minas de oro que están en su subsuelo. Cuando la noticia del pincel llega a oídos del general, éste quiere apoderarse de la herramienta mágica para convertirse en el hombre más rico y poderoso del mundo.
Dirigida por Frankie Chung a partir de un guión de Qin Hao y Zhu Jialong, la película se desarrolló con un presupuesto elevado y con el apoyo creativo y tecnológico de The Walt Disney Company en China, que no sólo ayudó para lograr un grafismo 3D mucho más que correcto sino que también aconsejó en cuanto a guión y diseño de personajes y contribuyó a la banda sonora, dando participación al famoso cantante pop Jacky Cheung para crear el tema de la película.
Es muy posible que la influencia de Disney se haya hecho notar en el diseño de los personajes secundarios del filme, significativamente el gato y el ratón, que brindan algunos de los mejores momentos de la película a base de fino humor e ironía y se constituyen en perfectos comparsas del protagonista principal. En efecto, no es extraña en las películas de Disney - sobre todo en las clásicas, pero aún hoy - la participación de animales o mascotas que ejercen de secundarios pero consiguen mantener el ritmo del metraje (como los ratones de la Cenicienta o el cangrejo Sebastián de La Sirenita) y hasta convertirse en protagonistas de algunas de las mejores secuencias. Hasta el malvado general tiene en una rapaz su sosias, aunque en su caso las intervenciones no pasan de anecdóticas.
Igualmente, la película muestra las tendencias típicamente actuales del cine de animación occidental, como es la inclusión de animados números musicales con un aire de modernidad (incluso de rap) o la introducción de algunos gags con guiños al público adulto, si bien en el caso de "El Pincel Mágico" estamos ante un largometraje claramente dirigido a niños.
La historia desarrolla una trama sencilla, con unas definiciones muy claras de quien es el malo y quien es el bueno, y sin complejos giros de guión, que puede resultar menos estimulante para el público adulto, si bien su simpático sentido del humor y las escenas de acción son una efectiva barrera contra el sopor y desde luego harán pasar un rato entretenido a los espectadores más jóvenes, que acabarán aprendiendo que el poder más grande no vale nada si no se tiene bondad en el alma y que el sentido de nuestros actos lo determina lo que hagamos por los demás.
Como se decía, el desarrollo visual en 3D ofrece un nivel bastante convincente que, sin mostrar los avances a los que nos tienen acostumbrados los grandes estudios de Hollywood (ni pretenderlo con un presupuesto que no es ni mucho menos el mismo) resulta suficientemente rico tanto en los personajes como en los fondos y los props, mereciendo una mención especial el espectacular palacio de oro del final o aquellas máquinas imperiales que recuerdan al castillo ambulante de Miyazaki. Por otra parte, el diseño de los personajes, achaparrados, cuellicortos y con forma de huevo, si bien resulta simpático y original, acaso no haya favorecido una animación especialmente destacable, que por contra abusa en ocasiones del súbito cambio de pose y muestra cierta falta de fluidez y elasticidad.
Como primera muestra de lo que la animación china actual es capaz de ofrecer, "El Pincel Mágico" deja buen sabor de boca y azuza el interés por ver llegar nuevas producciones.
Lo mejor: el humor amable y la simpatía de una aventura donde las vivientes creaciones pictóricas del protagonista procuran algunos de los momentos más divertidos.
En contra: una trama algo inocente y lineal para mantener la atención del público adulto.
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