La película cuenta cómo Leo Da Vinci, un joven pintor e inventor con mucha ideas en la cabeza, queda totalmente enamorado de Mona Lisa, una chica que un día pierde su casa a causa de un incendio. A él, implicado en ayudarla, se le ocurre una aventura loca y emocionante a partes iguales que podría arreglar su situación. Quiere encontrar el barco pirata que años atrás naufragó cerca de la isla de Montecristo para recuperar el fabuloso tesoro que se dice que esconde. Con este tesoro, cree que los problemas de Mona Lisa se podrían solucionar, así que ambos, junto a sus amigos, empezarán un viaje que no será nada fácil. Sin duda, no son los únicos que quieren conseguir el tesoro… Los piratas tienen por objetivo las mismas riquezas que esconde la isla de Montecristo; su maldad y su estupidez no tienen límites, pero serán un peligro a tener en cuenta para Leo y sus amigos.
Varios aspectos de la calidez y la belleza italianas están presentes durante la película: una ciudad como Florencia, única en el mundo, es el escenario de los primeros retos de Leo; las islas más allá de la bahía de la Toscana crean momentos de encanto y esplendor. Incluso los personajes de la película son alegres y cautivadores como los italianos...
A Leonardo le encontramos en pleno apogeo de su fervor adolescente, apuesto y rebelde, más cercano al soñador hambriento de aventuras que al genio del arte y del conocimiento en el que se ha de convertir, aunque sin duda ya se atisba en él a un chico con una creatividad y unas habilidades de observación que parecen no tener límites. Un genio lleno de energía que da forma a sus ideas a la velocidad de la luz, y al que veremos atareado en su pequeño laboratorio, donde inventa por ejemplo una máquina de madera que le permitirá desplazarse por tierra y por mar, e incluso por el cielo.
El gran amor de Leo es Lisa, una chica lista e independiente, que no deja que nadie le diga lo que tiene que hacer, tampoco un genio como Leo. Y es que ella siempre repite que por muy genio que sea, a veces se olvida de lo más importante: pensar en los demás. Y que a veces los sueños más grandes son los que tenemos más cerca.
Entre los amigos que acompañarán a Leo y Lisa en su aventura se encuentra Lorenzo, amigo inseparable y compañero de aventuras del primero, un temerario valeroso que se conoce la naturaleza y el bosque al dedillo; así como también la pequeña y dulce Agnes, una niña sin recursos ni familia pero extremadamente cabezota que hará lo posible por ayudar a sus amigos, y el niño polaco Niccoló, un chico tan ingenioso como ingenuo, a quien le encanta la astronomía, y cuyo sueño es predecir el próximo eclipse con exactitud.
El director Sergio Manfio, también guionista de la película junto a su hija Anna Manfio y David Stefanato, es co-fundador de Gruppo Alcuni, una compañía italiana de producción de audiovisuales y largometrajes y series de dibujos animados, entre cuyos otros títulos se encuentra la saga iniciada por "Cachorros" (2002) y las series "Pet Pals" y "Pio Rocks!", entre otras. Según el realizador, Leo da Vinci representa algo profundo que une a los niños de ayer y de hoy: el espíritu de la aventura, el deseo de descubrir, la creatividad sin reglas... "Incluso aunque hoy el contacto con la naturaleza se ha reducido claramente, no hay un niño en el mundo que no sueñe con pasar una noche de aventuras en una cabaña en un árbol o se imagine a sí mismo conduciendo un vehículo fantástico construido por sus propias manos capaz de volar y cruzar los mares. ¡Por no hablar de un barco pirata!".
A continuación podéis ver el trailer de la película:
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Excelente manera de hacer conocer a los niños a Leonardo Da Vinci (y)
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