viernes, 18 de marzo de 2016

Hell and Back

Debo confesar que antes de ver "Hell and Back" acababa de ver dos maravillas de Studio Ghibli: "El Recuerdo de Marnie" de Hiromasa Yonebayashi,  y la excepcional "El Cuento de la Princesa Kaguya" de Isao Takahata. Es tal el abismo que separa las bondades de esas dos películas de la vacuidad que presenta "Hell and Back" que aventurarse a hacer una crítica de esta última en este momento no es lo más aconsejable; sin embargo, resulta también que estos días se ha hablado mucho del trailer de "Sausage Party", una película en 3D dirigida por Greg Tiernan y Conrad Vernon y producida por Sony Pictures Entertainment junto a Annapurna Pictures, Nitrogen Studios Canada y Point Grey Pictures, que ha trascendido por ser la primera película generada por ordenador con clasificación "R", o sea, para adultos. Es la misma clasificación que pesa sobre "Hell and Back", que viene al caso precisamente porque, si bien celebro que algunos se estén empezando a dar cuenta de que el cine de animación no es exclusivamente para el público infantil, no es precisamente el mejor ejemplo de lo que debería ser el cine de animación para adultos.


"Hell and Back", que ha estrenado este mes Netflix en su versión en español, es una comedia en stop motion dirigida por Tom Gianas y Ross Shuman (Robot Chicken, Moral Orel), a partir de un guión del primero junto a Zeb Wells y Hugh Sterbakov, que ha sido producida por ShadowMachine Films, el estudio de animación creador de "Robot Chicken" o "BoJack Horseman" entre otras. Con la dirección creativa de Kyle Arneson, responsable creativo de la casa y la supervisión de Andy Bialk (Cómo Entrenar a Tu Dragón, Megamind, Los Pingüinos de Madagascar, El Libro de la Vida..) en el diseño de personajes, la producción atrajo a animadores experimentados como Misha Klein (Los Mundos de Coraline, Anomalisa..) a la dirección de animación y Owen Klatte (Pesadilla Antes de Navidad, James y el Melocotón Gigante, Monkeybone, Anomalisa...) como lead animator, junto a Kim Blanchette, Adam Fisher, Angie Glocka o Rich Zim  (todos ellos con experiencia en películas como Pesadilla Antes de Navidad, Los Mundos de Coraline, El Alucinante Mundo de Norman, Anomalisa..) o Michael Parks (Bichos: Una Aventura en Miniatura, Toy Story 2, Monstruos S.A., Buscando a Nemo, Los Increíbles..), entre otros.. Y también atrajo a un interesante elenco para las voces, al que concurrieron Mila Kunis, Susan Sarandon, Bob Odenkirk, Danny McBride, Jennifer Coolidge o Nick Swardson... El caso es que a pesar de las esperanzas que todos estos datos podrían generar, la película no cumple con las expectativas.
"Hell and Back" cuenta las aventuras del descenso al infierno de tres amigos de la infancia, Remy, Augie y Curt, a partir del momento en que el último de ellos es arrastrado al averno por una promesa incumplida, lo que obliga a los otros dos a ir a su rescate a través de unas atracciones de una feria venida a menos; los protagonistas deben arriesgarlo todo para salvar a su amigo de ser sacrificado a manos de demonios en una aventura en la que se cruzarán con la mitología griega, ángeles sexys y el mismo Satanás. El problema es que poco espacio queda para un buen desarrollo de la historia o para la mínima complejidad de los personajes en una película donde la mayor parte del guión (como si hubiera estado escrito por alguien que de niño no pudo decir 'caca, pedo, culo, pis' suficientes veces) se desenvuelve simplemente al servicio de una retahíla imparable de expresiones soeces, chistes escatológicos y salidas de tono de carácter sexual caracterizados por un alto nivel de misoginia, homofobia y/o xenofobia, que a lo mucho igual agradarán a algún adolescente de risa fácil y poco exigente. No es que uno no se pueda reír con chistes verdes o 'adultos' en general si están contados con gracia o un mínimo de astucia y sirven para añadir picante a una buena historia, pero el problema es que no hay un ápice de ello en la mayor parte del metraje, atropellado por el chiste fácil, grueso y vacío, totalmente ajeno a la trama de fondo. Ahí queda reducido el esfuerzo del guión por hacerse atractivo para los adultos, con un resultado bastante cuestionable que roza en ocasiones lo ridículo: es el caso cuando hacen continuas referencias a sus genitales unos demonios que carecen de ellos, por ejemplo; y en todo caso, la fórmula utilizada para "Hell and Back" no es nada original; ya supieron explotarla con más inteligencia Trey Parker y Matt Stone en "Team America: World Police" o incluso Peter Jackson en "El Delirante Mundo de los Feebles".
Sí que resulta atractivo el desarrollo visual de la película, que lamentablemente se ve lastrado por el paupérrimo guión a pesar de la notable originalidad de los diseños de los personajes y la calidad de la animación. En efecto, la película bien valdría un visionado para apreciar los diseños nada habituales de las diabólicas criaturas que pueblan el infierno y de los mecanismos que giran y se mueven en ese mundo (como navíos voladores o telecabinas que se desplazan por los cables tirados por manos mecánicas..). El buen hacer de los experimentados animadores a los que se hacía referencia más arriba se hace patente igualmente en la actuación de los personajes, bien resuelta a pesar de lo limitado de sus expresiones faciales (claramente no nos encontramos con una película de Laika), si bien su encanto se pierde tristemente en cuanto abren la boca.




Y es aquí donde debemos retomar la referencia a "Sausage Party", para decir que si la clasificación "R" que la ha hecho tan célebre se debe a un parecido con "Hell and Back", no nos vamos a perder nada por no verla. Sería mucho más deseable que la clasificación la tuviera por ofrecer al público adulto una calidad como mínimo próxima a la perfección de "Anomalisa".

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