El grupo fue comprado en 1986 por el co-fundador de Apple Steve Jobs, que situaba a Ed Catmull como presidente y gerente. Por aquel entonces, el principal producto de la compañía sería un sistema de hardware conocido como Pixar Image Computer que se vendía principalmente a agencias estatales y médicas, pero que también llamó la atención de Disney, que lo usaría para automatizar sus procesos de entintado y pintado. Para las demostraciones del producto, el empleado John Lasseter empezó a realizar algunos cortometrajes, como "Luxo Jr.", que tenían muy buena acogida en SIGGRAPH., al tiempo que empezaba a desarrollar anuncios comerciales para compañías externas.
En abril de 1990 Pixar vendería su división de hardware, que le estaba dando más quebraderos de cabeza que beneficios, y se trasladaba a Richmond (California), centrándose más en la realización de animaciones y creando la "Pixar Braintrust", un grupo de desarrollo creativo en el que participaban directores, escritores y artistas y se daban apoyo mutuo en la realización de sus proyectos. Para la conversión de Pixar en un estudio de animación fue decisivo el acuerdo alcanzado en 1991 con Disney, por el cual la primera se comprometía a realizar para la segunda tres largometrajes generados por ordenador, compartiendo ambas compañías gastos y beneficios a partes iguales y apareciendo Pixar como realizadora, mientras que la propiedad de los derechos sería de Disney. El primero de los largometrajes fue "Toy Story", dirigido por John Lasseter, la película más taquillera de 1995, y que lograría un Oscar especial por ser la primera película de la historia completamente generada por ordenador.
En 2004 ambas compañías rompieron relaciones por desacuerdos sobre la interpretación de su contrato, pero el 24 de enero de 2006 Disney compró Pixar por 7.400 millones de dólares, cediendo el control de su estudio de animación a los directores creativos de Pixar, con lo cual John Lasseter se convertía en el Director Creativo tanto de Pixar como de Walt Disney Animation Studios, y Ed Catmull se convertía en Presidente de ambas, que se mantenían como entidades separadas, aunque los principios básicos de la forma de trabajar de Pixar se fueron transfiriendo a Disney.
A lo largo de todos sus años de trayectoria Pixar lleva estrenados 14 largometrajes que en su mayoría han tenido un enorme éxito y han marcado tendencia en el sector. Especialmente en los inicios del estudio, cuando las divisiones animadas de Disney y de otros grandes languidecían o tenían grandes dificultades para generar ingresos importantes y salir de la crisis de los 80, los estudios Pixar revolucionaron la forma de hacer cine de animación, y desarrollaron innovadoras herramientas que han permitido a otros estudios subirse al carro del cine de animación en 3D. Sin embargo, no han sido sólo los avances técnicos desarrollados en el seno de Pixar los únicos responsables del éxito tras sus películas, sino también en gran medida la creación de un proceso en que se ha cuidado cada fase de la realización del largometraje, desde la creación de la historia, pasando por el desarrollo de los personajes (dotando de personalidad y encanto incluso a objetos inanimados de la vida real) y de los mundos en los que éstos se desenvolvían, hasta la iluminación, las texturas y el acabado de la película, para que ésta tenga alma, y llegue a hacer que el espectador asuma y se identifique con la historia que le están contando. Se trata de descubrir la historia que se quiere contar e ir perfilándola hasta llegar a su esencia, para a continuación mejorarla, pulirla y cuidarla para que llegue a la pantalla y al espectador frente a ella, del mismo modo que se hace lo mismo para que funcionen los personajes y los mundos en que se desarrollan, de un modo que, aunque ficticio, resulte convincente para el espectador. Y en este proceso, aunque el resultado se muestre en gráficos generados por ordenador, son esenciales los artistas con sus lápices y pinturas, puesto que hay que crearlo todo desde cero.
Precisamente es este proceso el que el visitante de la exposición "Pixar: 25 años de animación" que tiene lugar en el Caixaforum de Barcelona, puede llegar a intuir. Abierta en las instalaciones de Barcelona entre los días 5 de febrero y 3 de mayo de este año, la exposición se creó en el MoMA de Nueva York en 2006 (bajo el nombre "Pixar: 20 años de animación"), cuando Pixar celebraba los 20 años de animación con el estreno de su película "Cars", y se mostró en Singapur y en Londres, incorporando ya algunos de los elementos más significativos de la muestra de Barcelona. Posteriormente, cuando Pixar celebró los 25 años de animación en 2011 con el estreno de "Cars 2", se rebautizó y se mostró en California, Hong Kong, Amsterdam, París y de ahí llegaría a España, pasando por Madrid y Zaragoza y recalando finalmente en Barcelona.
La exposición tiene cuatro partes bien diferenciadas, la principal de las cuales se centra en presentar al visitante un recorrido por las once primeras películas de la trayectoria de Pixar: en un espacio dedicado a cada una de ellas (la trilogía de Toy Story, Bichos, Monstruos S.A., Buscando a Nemo, Los Increíbles, Cars, Ratatouille, WALL-E y Up) se muestran reproducciones en resina de los modelos en 3D de los personajes principales, así como una generosa representación de piezas de storyboards y arte conceptual de las películas, junto con vídeos del making of que dan una idea muy aproximada del gran y cuidado trabajo tras cada uno de los largometrajes.
Otro apartado se dedica a los cortometrajes de Pixar, desde nuestro estimado "Luxo Jr.", que el pasado diciembre tuvo el honor de ser considerado "Tesoro cinematográfico" en el National Film Registry de los EEUU, hasta los más recientes, y del mismo modo que se puede disfrutar del arte conceptual tras los mismos, pueden también visionarse en una pantalla.
También se ofrece al visitante una instalación llamada "Artscape" que consiste en una proyección sobre una pantalla extra-larga de varias piezas de arte conceptual de las películas del estudio, embarcando al espectador en un viaje en el que éste puede entrar de algún modo en los dibujos y verlos incluso animados, dejándose llevar a través de un viaje por la mayoría de las películas de los estudios.
La otra instalación estrella es el Zoótropo creado por Pixar inspirándose en el original zoótropo que está en los orígenes de la animación (básicamente un cilindro con varios espejos sobre el que se proyectaban imágenes estáticas que con la rotación daban lugar a una ilusión de movimiento). La novedad está en que el zoótropo de Pixar, en lugar de estar basado en imágenes, está construido con modelos en resina reales colocados sobre un cilindro de varios niveles, y mediante un sistema de rotación y de luces da lugar a un espectáculo fantástico.
La exposición se completa con talleres, proyecciones de películas y conferencias que ayudan a completar el conocimiento en torno a todo el trabajo de Pixar, y a hacerse una idea de las revolucionarias aportaciones de Pixar al mundo animado. Vale mucho la pena acercarse a hacer una visita.
Podéis encontrar toda la información práctica aquí.
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