Mientras la película es espléndida en su ejecución técnica y en el apartado visual, es en lo relativo al guión, que transcurre lento y sin chispa, donde encuentra su talón de Aquiles. Precisamente Shinji Aramaki destaca en sus películas por un uso muy acertado de las nuevas tecnologías, que pone al servicio de excelentes despliegues visuales, pero cojea en la parte narrativa.
En efecto, "Capitán Harlock" es una proeza técnica; no en vano, es el aspecto que se destaca en los folletos promocionales: 5 años de producción, más de 100 millones de archivos creados que alcanzan los 250 TB, 896 servidores y 806 máquinas de renderizado, que han arrojado 1400 planos...El resultado es un largometraje visualmente muy atractivo y muy cuidado en la recreación de los numerosos escenarios, donde no falta ningún detalle y que se muestran desde todos los puntos de vista posibles, y la creación de secuencias espléndidas, sobre todo en las batallas espaciales.
También la traslación de los personajes al nuevo formato se resuelve acertadamente: a pesar de estar creados en un estilo totalmente diferente al del manga y el animé, el fan de las series los sabe reconocer rápidamente. Diseñados con gran realismo, aunque también animados algo hieráticamente, lucen también unos diseños de vestuario muy atractivos, modernos, pero muy respetuosos con los de origen.
Ahora bien, ni están todos los que eran, ni todos los que están aparecen en el manga o en la serie. La película recupera al Capitán Harlock, obviamente (aunque no tanto como el arquetipo de héroe romántico e idealista que solía ser, sino como alguien oscuro y torturado) junto a la oficial en jefe Kei Yuuki, la alienígena Miime y el comandante Yattaran, además del fallecido amigo Yochiro... mientras que deja a otros personajes de la tripulación como el jefe de máquinas, el doctor.. o a personajes clásicos como las Amazonas, que no forman parte de la historia de este largometraje. Por otra parte introduce a personajes creados para la película, como Ezra (que ejerce un papel semejante al del comandante Mitsuru Kirita de la serie original) y su hermano Yama, y la amante de éste, Nami. Yama desarrolla en la película un papel semejante al de Tadashi Daiba de la serie original, en la medida en que mientras Matsumoto contaba la historia a través de los ojos de Tadashi, el nuevo de la tripulación, en la película el nuevo es Yama, y a través de sus ojos conocemos la nave, la Arcadia, y su tripulación, junto a sus motivos, de igual forma que a través de él los conocen los nuevos espectadores que no conocían de antemano a los personajes de Capitán Harlock.
En cuanto al guión, la historia se sitúa en el año 2977, momento en que hace ya tiempo que la humanidad desarrolló medios para desplazarse por el espacio a velocidades superiores a las de la luz y se expandió creando colonias por todo el universo; sin embargo llegó un momento en que los recursos y las posibilidades se fueron agotando, y los exiliados (que ya habían alcanzado una población de 500 billones de humanos) quisieron volver a la Tierra, dando origen a la cruenta Guerra del Retorno, a la que la poderosa Coalición Gaia puso fin con su armada, vetando el acceso a la Tierra. Sintiéndose traicionado en la resolución de esa guerra, el Capitán Harlock se convirtió en un pirata espacial que aborda naves por doquier y da incesante batalla a la armada de la Coalición. En este punto, la película plantea cómo el líder al mando de la flota de Gaia, Ezra, consigue infiltrar a su hermano Yama en la tripulación de La Arcadia para matar al Capitán Harlock, pero Yama no tardará en comprender sus motivaciones y en alinearse con el capitán, torturado por su pasado y empeñado en llevar a cabo una misión con grandes implicaciones espacio-temporales que ha de cambiar el orden de las cosas. La posición de Yama dificultará todavía más las relaciones con su hermano, que no le perdona las consecuencias de un viejo accidente del que Yama fue responsable.
El problema es que la historia avanza lenta y sin chispa, sin ningún clímax hasta bien alcanzado el momento cercano al final, sin ser hasta entonces que realmente conocemos el pasado y las motivaciones de los personajes, y en ese momento ya estamos aburridos. A vencer el aburrimiento no ayuda tampoco la sosa banda sonora y tampoco desde luego la decepcionante animación de los personajes, que durante la mayor parte del largometraje se mueven con movimientos lentos y pesados, como si estuvieran anquilosados, o sólo mueven los labios en primerísimos planos donde casi ni pestañean, o no se mueven prácticamente, sentados en sus sillas; son pocas las escenas de acción donde realmente se puede disfrutar de su movimiento, notablemente en las secuencias del abordaje inicial, y hacia el final en la defensa del Arkadia. Es de hecho remarcable la inexpresividad del Capitán Harlock, que por otra parte ni casi habla durante toda la película, y a pesar de estar tan realisticamente diseñado, parece más una figura de cera (en cambio, las escenas de batallas espaciales son ricas en detalles, demostrando un gran desenvolvimiento en el manejo de partículas para recrear explosiones, láseres, la materia oscura, etc..).
Recuerda de hecho a la película "Final Fantasy: la Fuerza Interior", que al fin y al cabo fue como un espectacular vestido para un cuerpo muy pobre, y además hasta tiene alguna coincidencia visual y de argumento con la película de Hironobu Sakaguchi.
Una película pues con gran atractivo visual pero con poca capacidad para apasionar al espectador que no conozca al Capitán Harlock. En cuanto a los fans del capitán, seguramente les resultará muy grato ver la nueva faz de los legendarios personajes y la espectacular puesta en escena de las naves y los espacios comunes a la serie, pero puede decepcionarles el desarrollo de la historia.
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