sábado, 20 de diciembre de 2014

"Big Hero 6": Disney aprendiendo de Pixar

Big Hero 6 es resultado de la adquisición de Marvel por parte de Disney en 2009; se inspira de hecho en un cómic homónimo de la firma, aunque no es en absoluto una adaptación del mismo, limitándose a extraer inspiración para los personajes y algunas anécdotas. Dirigida por Don Hall (Winnie The Pooh) y Chris Williams (Bolt), desarrolla un guión de Jordan Roberts, Daniel Gerson y Robert Baird y se ha realizado bajo la supervisión y asesoramiento de su productor, John Lasseter, el responsable de Pixar (que no ha estrenado película en 2014). Precisamente para Pixar dirigió Brad Bird la película "Los Increíbles", a la que Big Hero recuerda en muchos momentos, como también recuerda a otra gran película de Bird: El Gigante de Hierro. Y es que de hecho da la sensación de que Disney ya está recogiendo el fruto de haber adquirido Pixar en su día y está aprendiendo a hacer películas como las del estudio de Toy Story: con historias cuidadas, dirigidas también a un público adulto,visualmente muy bellas y que emocionan, y se desarrollan en entornos con todos los detalles que los hacen creíbles. Disney, pues, ha aprendido de Pixar, aunque aún le queda un trecho.


La historia se desarrolla en la ciudad ficticia de San Fransokyo (un San Francisco con la estética y el estilo de la ciudad japonesa), donde viven los huérfanos Hiro Hamada y su hermano mayor Tadashi bajo el cuidado de su tía Kass. Ambos hermanos son unos genios de la robótica; pero mientras Tadashi aplica sus conocimientos a la investigación, Hiro pierde el tiempo en la creación de mini robots para combates callejeros. Cuando finalmente Tadashi consigue atraer la atención de Hiro hacia aplicaciones más profesionales y le anima a crear un proyecto de nanobots controlados mentalmente que le hace merecedor de entrar en su mismo laboratorio de investigación (donde conoce a sus futuros compañeros), el hermano mayor fallece heroicamente en un extraño y devastador incendio en el que también desaparecen su mentor y los nanobots de Hiro. Como legado, Tadeshi deja un robot médico que ha desarrollado con la idea de ayudar a los necesitados, y cuyo primer paciente es Hiro. Con la ayuda de BayMax, que así se llama el robot, Hiro descubrirá que tras el accidente mortal de su hermano está una misteriosa figura enmascarada que se ha hecho con sus nanobots, y decidirá combatir al villano creando un grupo de superhéroes integrado por sus compañeros de laboratorio y desarrollando funcionalidades más combativas para su inocente robot.
De hecho, es en las secuencias en que se establece la relación entre Hiro y Baymax donde la película es especial. Baymax es un simpático robot rollizo hecho de vinilo hinchable, con dos ojos negros como única expresión (al puro estilo Wall-E) y algo patoso al principio, que en su fijación por ayudar a su paciente Hiro aporta los momentos más divertidos y los más emotivos del largometraje. Así son las escenas en que Baymax se desplaza distraida y torpemente hasta el lugar donde reencuentran a los nanobots, la que se produce en la comisaría de policía con los problemas de reventones del robot y el momento de borrachera que le parece entrar cuando flojean sus baterías; como también la escena en que Baymax comparte con Hiro las imágenes que tiene registradas de su hermano mayor.
La otra parte de la historia la aporta la formación y la entrada en acción del equipo de superhéroes que acompañan a Hiro y Baymax: Go Go Tomago, que se desplaza velozmente cual skater sobre unos discos que también puede lanzar; Honey Lemon, una dulce rubita que es una genio de la química; el obsesionado del orden Wasabi con sus cuchillas láser; y el friki de los cómics Fred, que sueña con ser un dragón que escupa fuego. Precisamente la formación del grupo aporta también unos momentos divertidos que son también un guiño a Batman (no de Marvel precisamente), al tener lugar en una fastuosa mansión en que presta servicio un conformado mayordomo muy al estilo de Alfred.


Sin embargo, una vez el equipo entra en acción la película pierde un poco su fuelle y lo que la hace especial, y pasa a ser otra película de superhéroes en espectaculares trajes y con poderes especiales que van tras un villano. Acaso lo que la distingue de muchas a partir de este momento es el acierto en evitar que la película se convierta en un panfleto de héroes vengadores que imparten su justicia, al recuperar el mensaje de compasión y compañerismo que Tadeshi quiere dejar a su hermano a través de Baymax. Es seguramente cuando sus compañeros tratan de calmar la ira de Hiro y de consolarle, y en definitiva cuando no están luchando es cuando adquieren mayor desarrollo.
Uno de los aspectos destacados de la película es sin duda el apartado visual, reflejado sobre todo en la creación de esa fantástica ciudad que es San Fransokyo. Con la obsesión de plasmar todos los detalles de la vida real, la ciudad de San Francisco es construida de nuevo en la película como si fuera una ciudad con una patente influencia japonesa, y de este modo contemplamos paisajes reales de San Francisco totalmente reconocibles pero transformados: con sus casas victorianas rematadas con los clásicos gatos japoneses, calles con luces de neón brillantes y anuncios móviles, el conocido tranvía iluminado por lámparas de papel, y hasta un Golden Gate muy japonés. Así, 23 distritos de San Francisco fueron reconstruidos en 3D y se prestó especial atención a capturar la luz de la ciudad, tratando de recrear la especial atmósfera de la bahía.


En cuanto a la animación, el nivel es incuestionable, tanto en la animación de los personajes (que pasaron por todo tipo de pruebas previas y poses para asegurar que se movieran correctamente) como en la animación de partículas, significativamente los nanobots: en algunas escenas, hasta 20 millones de partículas se mueven en un solo plano. En la película trabajaron 103 animadores, que han animado hasta 686 personajes únicos, y se han tenido que formar en vuelos, artes marciales, robótica y propiedades de los materiales, entre otros muchos temas.
En definitiva, Big Hero 6 es una de las películas del año; otro must see que vale la pena ver, aunque quizás esté más orientada a los jóvenes y a los adultos, si bien no dejará sin momentos divertidos a los niños.

La película viene precedida por el cortometraje "Feast", una cinta de bella factura que tiene el acierto de contarnos la relación a través de la comida que se forma entre una pareja y su perro desde el punto de vista de este último, que para el caso es un perro llamado Winston al que su amo James acogió de cachorro. Los deliciosos momentos gastronómicos que han compartido siempre se tuercen cuando una mujer entra en su vida y transforma las costumbres con sus planteamientos vegetarianos; a partir de ese momento Winston tiene que soportar con fastidio que cesen de lanzarle todo tipo de golosinas y encontrarse en cambio con hierbas sobre su pienso. Hasta que en un momento determinado las cosas vuelven a lo que eran, al verse su amo abandonado, pero Winston prefiere hacer lo posible para volver a ver feliz a James y va en busca de Kirby. Acaso no esté en todo caso claro el mensaje en todo caso, puesto que al final parece ser la chica quien acepta los desmanes alimenticios del resto de la familia, con lo que el perro no tiene que soportar finalmente ningún sacrificio.
El cortometraje está dirigido por Patrick Osborne (Paperman, Big Hero 6) y producido por Kristina Reed y realizado mediante una combinación de dibujo tradicional y animación por ordenador, que incorpora una técnica creada por Osborne y Jeff Turley (director de arte en "Tiana y el Sapo", "Paperman") para aplicar un estilo de dibujo lineal a imágenes en movimiento generadas por ordenador, ya ensayada en "Paperman".



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