jueves, 8 de junio de 2017

Capitán Calzoncillos

"Capitán Calzoncillos: Su Primer Peliculón" retrotrae a esos momentos vividos en la escuela junto a los 'malotes' de la clase: normalmente éstos no eran precisamente profundos o sofisticados, y hasta podían resultar insufribles a veces, pero lo que era incuestionable era que difícilmente se podía reprimir la risa ante el resultado de sus trastadas. La nueva película de Dreamworks Animation es precisamente eso, una divertida gamberrada de trazo grueso que celebra el mismo hecho de reírse, dirigida principalmente al público infantil y cuyas payasadas harán pasar un buen rato a sus acompañantes adultos.


Dirigida por David Soren ("Turbo", 2013), la película se centra en la amistad entre dos niños creativos y traviesos de cuarto de primaria - Jorge Betanzos y Berto Henares - que se pasan los ratos libres en su casa del árbol haciendo cómics sobre un superhéroe vestido en calzoncillos y que en la escuela son una pesadilla para todos los profesores, pero especialmente para el Director Carrasquilla. Cuando éste amenaza con disponerlos en clases separadas utilizan un anillo para hipnotizar al director y hacerle creer que es el Capitán Calzoncillos, el superhéroe de sus cómics, y aunque bajo esa personalidad es una fuente inagotable de risas, pronto se darán cuenta de que es también un problema a resolver... aunque quizás pueda resultarles útil frente a un misterioso profesor que acaba de incorporarse a la escuela.
La película se basa en la serie de libros "El Capitán Calzoncillos" (1997) del autor e ilustrador Dav Pilkey, caracterizados por un humor subversivo y unas ingeniosas tramas que se han traducido a 20 millones y han hecho vender 80 millones de copias en todo el mundo.
En cuanto a historia la película sirve una trama de carácter sencillo, donde los personajes y entornos ofrecen perfiles sin matices:  el Sr. Carrasquilla es el director más mezquino y huraño posible en una escuela infame con aspecto de cárcel de cuyos profesores no hay ni uno que se salve; el malvado Peponcio Pedorreto Pipicaca es tan malo que odia hasta la risa de los niños; y Jorge y Berto son el paradigma de la amistad, nunca discuten entre ellos y además son los más enrollados de la clase, a pesar de que todo el mundo sufre sus trastadas. Se trata de personajes que actúan principalmente a modo de símbolos en una historia que, más que profundidad o grandes giros narrativos, busca el divertimento y el gag visual en base a un tipo de humor básico,  gamberrillo y guarrete, que apela a la risa inevitable. Ciertamente, sea por la mala leche inherente a la condición humana o a causa de esa parte del cerebro que trata de destruir el doctor Pipicaca, a todos nos cuesta aguantar la risa ante nombres ridículos o tras las bromas de los más gamberretes de la clase, ... La risa siempre triunfará.


En cualquier caso, uno de los aspectos más disfrutables de la película radica en los recursos visuales y el estilo de animación aplicados a la misma. A diferencia de muchos grandes estudios que hacen de un estilo su sello identificativo, Dreamworks Animation prefiere reflejar diferentes posibilidades en cuanto a la visión artística que pueda singularizar sus películas, y en este sentido "Capitán Calzoncillos" consigue construir un estilo único y divertido muy fiel a los dibujos de Dav Pilkey, de línea sencilla y rebelde, permitiendo que sus ilustraciones salten a la pantalla conservando el mismo lenguaje gráfico que hay en los libros. Son verdaderos personajes de dibujos animados, con puntos como ojos y un pelo no realista, cuyo diseño favorece por otra parte otro de los puntos fuertes de la película, la animación, que inusualmente cayó en manos de un estudio externo: Mikros Image Studio (Astérix: La residencia de los dioses, El Principito). En efecto, tanto la tónica de la historia como el diseño de sus personajes demandan el tipo de animación que puede disfrutarse en la película: no es la animación fluida de Pixar o de otras películas de la casa Dreamworks, ni falta que le hace. La animación de "Capitán Calzoncillos" es una animación desmadrada y sin límites que celebra, sin cortarse un pelo, todas las posibilidades del medio, algo que se nota en la elasticidad de los personajes, en esas bocas que se abren expresivamente hasta formas exageradas, en el desafío de las normas físicas, la exageración de las líneas de expresión y hasta en el humo que sale de las orejas del Profesor Pipicaca.
Otra de las gratas maneras en que la película destaca es en cómo utiliza diversos estilos y formatos visuales para capturar las aventuras de los chicos, incluyendo marionetas reales, fliporamas, y distintos modos de animación 2D, como cuando se recrean los cómics creados por Jorge y Berto usando un estilo de animación más crudo y limitado, coloreado como si se tratara de rotuladores o ceras, o con el aspecto más gráfico y estilizado usado para la secuencia en la que aparecen los apéndices cerebrales de la risa que el profesor Pipicaca trata de destruir.

Lo mejor: un estilo de animación que aprovecha todas las posibilidades del medio y ejemplifica cómo se debe llevar un cómic al cine
En contra: un humor algo básico que, aunque efectivo, resulta de rápido consumo.

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